En un hecho que ha generado gran expectación entre la comunidad local y los expertos en patrimonio, unos trabajos de restauración en la iglesia central han revelado un mural oculto del siglo XIX. Esta sorprendente aparición no solo añade valor histórico al templo, sino que reaviva el interés por el patrimonio artístico sacro de la región, considerado, hasta ahora, completamente documentado por los investigadores.
La restauración se inició a principios de año, como parte de un plan integral para conservar y realzar elementos arquitectónicos debilitados por el paso del tiempo. Durante la limpieza de la pared tras el altar mayor, los restauradores detectaron capas de pintura irregularmente asentadas, lo que despertó sospechas sobre la existencia de una obra antigua, hasta entonces desconocida.
A medida que avanzaban las labores, los expertos descubrieron una serie de pigmentos vivos debajo de la capa superficial. Esto motivó una detallada intervención con técnicas de microaspiración y bisturí especializado, permitiendo develar poco a poco una escena mural de notable factura artística. El equipo de restauradores recalca que la obra se encontraba en aceptable estado de conservación, gracias a las condiciones de humedad y temperatura estables del lugar.
La primera reacción de los feligreses fue de asombro y alegría. "Nunca imaginamos que nuestra iglesia guardaba un tesoro semejante en sus paredes", expresó con emoción Isabel Morón, representante de la parroquia. Los visitantes, al enterarse de la noticia, comenzaron a llegar en mayor número, impulsados por la curiosidad de observar el proceso de restauración y la magnitud del descubrimiento.
El mural representa una escena bíblica poco habitual en el arte sacro local: el encuentro de Cristo con los niños. Esta iconografía, según explica el historiador del arte Manuel Herrera, pudo deberse a la influencia de corrientes pedagógicas renovadoras del siglo XIX, enfocadas en remarcar el valor de la infancia en la espiritualidad cristiana. Herrera sostiene que "el mural reescribe la narrativa artística de la parroquia al integrar símbolos inéditos para la época".
Hasta el momento, no se cuenta con registros documentales precisos sobre el autor del mural. Sin embargo, los expertos han iniciado una investigación exhaustiva en archivos parroquiales y municipales. Entre las pocas pistas halladas, destaca una inscripción casi borrada en una esquina, que remite a finales del siglo XIX, una época de intensa actividad artística religiosa en la zona.
La calidad de la técnica pictórica sugiere que el autor poseía una formación académica sólida. Los pigmentos naturales empleados, junto a la destreza en los trazos y la composición, evidencian el dominio de las corrientes artísticas de la época, probablemente el romanticismo tardío. Los restauradores aseguran que la paleta cromática elegida denota un lenguaje visual lleno de simbolismo y emotividad.
Para los expertos en patrimonio, el descubrimiento supone una oportunidad única para ampliar el conocimiento sobre las manifestaciones artísticas en templos menores, tradicionalmente relegadas a un segundo plano frente a grandes catedrales. Laura Requena, conservadora de bienes culturales, destaca que "estos hallazgos aportan una visión más rica y matizada sobre la religiosidad popular y el mecenazgo artístico local".
El hallazgo ha motivado la organización de jornadas de puertas abiertas coordinadas por la diócesis y la asociación de amigos del patrimonio local. Las actividades incluyen visitas guiadas, conferencias sobre restauración y talleres educativos para escolares, con el propósito de fomentar el aprecio por la historia y la conservación de los bienes patrimoniales entre la comunidad.
Además de sus implicaciones para la historia del arte, el mural ha despertado el interés de los medios nacionales, que ya han desplazado equipos para cubrir el desarrollo de los trabajos. La difusión mediática está incrementando el flujo turístico en la localidad, lo que a su vez beneficia a comercios y pequeñas empresas de servicios, generando un dinamismo económico inesperado.
Las autoridades locales han anunciado que solicitarán apoyo económico adicional a la Junta de Andalucía para garantizar la preservación y adecuada musealización del mural. Se plantean la instalación de sistemas de control ambiental y la producción de materiales divulgativos en varios idiomas para acceder a un público más amplio y diverso.
Mientras continúan las labores de conservación, los especialistas advierten sobre la importancia de actuar con prudencia para evitar daños irreversibles. "La intervención debe ser lo menos invasiva posible; nuestro objetivo es estabilizar el mural y mantenerlo accesible a las futuras generaciones", sostiene la restauradora principal, Carmen López, subrayando la responsabilidad ética de este tipo de trabajos.
Finalmente, el descubrimiento de este mural ha abierto un nuevo capítulo en la historia de la iglesia central, generando admiración y renovado sentido de pertenencia entre los habitantes. Se espera que este episodio inspire proyectos similares en otras parroquias, fomentando la investigación, la protección y la valorización del patrimonio oculto que espera ser redescubierto en los rincones menos explorados del país.

